Notas peparadas para abrir el «Acto Homenaje a los Profesionales de la Educación de Ciudad Real 2018», o lo que es igual, la celebración del fin de curso municipal.
Preparábamos este acto cuando saltaba en las redes el video de un alumno de Madrid que al recibir el premio que había obtenido por su trabajo, nos ponía con sus palabras frente a frente con nuestras expectativas respecto de la educación.
Me quedo con un párrafo y os invito a verlo, si no lo habéis hecho ya, directamente:
“La prioridad no podemos ser aquellos que obtenemos resultados considerados excelentes. La prioridad tienen que ser aquellos que tienen más dificultades.”
Y me vais a perdonar, pero, me he permitido anotármelo como un mandato.
Era una idea que teníamos clara, que tengo personalmente clara desde toda mi trayectoria en la educación a la que me siento vocacionalmente ligada. Pero creo que debemos tomarlo como un mandato todos los que nos dedicamos personal, profesional o políticamente a la educación.
Hemos gastado muchas horas y mucha tinta en hablar de excelencia en educación y creo que hemos podido equivocarnos si nos hemos centrado solo en lo que se mide con números.
El diccionario de la RAE define excelencia como:
“Superior calidad o bondad que hace digno de singular aprecio y estimación algo”.
Pues visto así, como si aprendiera la palabra por primera vez, escuchando al joven Tomas y Valiente, como ejemplo de los jóvenes de cualquier ciudad, y mirándoles a ustedes desde aquí (que llevan mucho tiempo dedicados a la educación desde muchos ámbitos), … me atrevo a afirmar que hoy Ciudad Real es una ciudad excelente, pero que que quiere seguir siendo cada vez más excelente en materia de educación.
¿Por qué lo digo?
Voy a darles algunos ejemplos que me llenan de satisfacción y que están todos presentes en este acto:
- Un equipo de trabajadores municipales (de la Concejalía de educación y de todas las áreas restantes) que no escatiman horas, esfuerzo ni ilusión cuando se trata de trabajar para la educación y para los escolares.
- Un grupo de trabajadores de educación que, no solo son incansables, sino que han sabido encajar el dolor de alguna ausencia para convertirlo en todavía mayor ilusión, dedicación y compromiso, ante las tareas habituales y ante los nuevos retos.
- Un Consejo Escolar Municipal, y sobre todo una comisión permanente, donde todos y todas, independientemente del sector al que representamos, de nuestra experiencia educativa, de las motivaciones, de nuestras propias ideas, hemos trabajado con lealtad y compromiso hacia los objetivos fijados.
- Una comunicación entre administraciones que facilita la atención global y coordinada a las necesidades que se plantean desde la educación. Junta de Comunidades, Diputación Provincial, Alcaldesa, UCLM, … gracias a todos por hacerlo tan fácil incluso en las decisiones difíciles.
- Un conjunto de centros educativos que saben mantener su identidad y trabajar por ella y al mismo tiempo entender que hay veces que las prioridades les alejan del primer lugar y les toca esperar y asumir que no siempre es fácil el equilibrio entre lo urgente y lo importante.
- Un colectivo de padres y madres que responden a cualquier iniciativa que les planteemos y tienen la confianza de plantearnos sus propias inquietudes para que sean las de todos.
- Una población escolarizada de más de 11000 alumnos y alumnas en enseñanzas obligatorias que dan satisfacciones todos los días y nos permiten ver que el futuro empieza por cuidar el presente.
- Un equipo de docentes, de todas las etapas, materias y situaciones administrativas volcados hacia la educación y trabajando con diligencia sea cual sea el contexto y las circunstancias en que les toca trabajar. Muchas veces, las más, sin reconocimiento, algunas con la satisfacción de una palabra de agradecimiento de los propios alumnos, de las familias o de las administraciones.
Podría seguir enumerando razones que tienen que ver con como yo hoy, desde la responsabilidad que me toca, entiendo la excelencia, y me permite afirmar que Ciudad Real es una ciudad excelente en materia de educación, pero que quiere seguir esforzándose para serlo aún más.
Porque ser excelente no es que alguien desde fuera nos ponga buena nota. La excelencia que queremos y construimos cada día es la de la
- superación de todas las dificultades y el trabajo conjunto para hacerlo.
- la bondad y la integridad en todas las actuaciones.
- la dignidad de todas las personas y el aprecio a lo nuestro.
- la estimación del bien común por encima de los beneficios particulares.
¡Gracias a tod@s por compartir con nosotros el camino de la excelencia!