Por titular

Mi amigo Justo López Carreño compartió conmigo este poema. Ante mi solicitud de compartirlo, suena contundente su respuesta «Claro. La palabra siempre es patrimonio común».

Cuando me han visto solo y recostado
al borde del camino…
unos hombres con trazas de mendigos
que cruzaban rebeldes y afanosos,
me han dicho:
Ven con nosotros,
peregrino.
Y otros hombres
con porte de patricios
que llevaban sus galas
intranquilos,
me han hablado lo mismo:
Ven con nosotros,
peregrino.
Yo a todos
los he visto
perderse
allá, a lo lejos del camino…
y me he quedado solo
sin despegar los labios…
en mi sitio.

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